Estamos en enero del 2022, vamos rumbo a cumplir dos años de “pandemia” para algunos “plandemia para otros”… Hace días que tengo la necesidad imperiosa de sentarme a escribir esto.
Hace un tiempo y luego de muchos años previos de experiencias y aprendizajes, investigación, cursos y talleres diversos pero sobre todo gracias a la poderosa y esclarecedora auto indagación y auto observación es que logré entender quien soy realmente en esencia y cuál es mi misión en esta vida.
Me considero a mi misma antes de cualquier etiqueta como una poderosa CREADORA y RE UNIDORA. Sea cual sea el motivo de reunión, la propuesta, del conocimiento que se ofrezca en la misma. Yo vine a este plano y a este tiempo a RE UNIR y a CREAR.
Y si parte de mi misión es reunir, uno de los grandes desafíos que se presentan día a día en mi vida es el de NO TOMAR POSTURAS, el de ser flexible, el de “ser como el agua”. Suena lógico, ¿no? Si vengo a reunir, el hecho de tomar una postura rígida, cualquiera sea el ámbito me va a alejar de mi misión en esta vida, me seguís?
Hoy más que nunca gracias a la filosofía, a la sociología y miles de libros y bibliografía disponible para todos, sabemos que el mero hecho de identificarnos por genero, por edad, por país, por color de piel, por forma corporal, por partido político, por cuadro de futbol, por religión hace que indefectiblemente uno tome una postura, una identidad. Es un hecho que todo esto es lo que nos moldea desde el mismo momento en el que nacemos; soy mujer, tengo cuarenta y pico, nací en, vivo en, me gusta esto, soy bisexual… etc. Cuando nos identificamos como “esto” automáticamente no nos identificamos como “aquello otro” por ende sin decir mucho y sin entrar en conflictos del orden de lo consciente, desde nuestro inconsciente individual y colectivo estamos generando una diferencia, “una brecha”. Para los que creemos que somos un “todo” imagínate el conflicto que una etiqueta nos puede generar!
Tomando en cuenta esto es que a partir de este momento y en este contexto he decidido continuar con mi misión por el resto de mi existencia. Ser fiel a mi misión. Ser fiel a mí misma.
Te hace sentir segur@ vacunarte? Te hace sentir segur@ no hacerlo? Te da miedo el covid? No te da miedo? Bueno pues… HACE LO QUE NECESITES para que tu vida en este mundo transcurra en paz, armonía y felicidad. Creemos que tenemos todo el tiempo del mundo, pero la vida pasa muy rápido como para ser COPIAS y no tener criterio propio. Como dice Jung “Nacemos originales y morimos copias” Personalmente haré todo lo que esté a mi alcance para no darte la razón Señor Gustav Jung!
Si yo respeto tus posturas, respeto tu identidad completa, entonces NO pretendas colonizarme a mí! De la misma forma que yo NO te colonizo a vos con mis miles de ideas e ideales. No quieras privarme de mis libertades, de ser feliz, de desarrollar mi vida y de tomar las decisiones que yo crea que son convenientes para mi salud física, mental y espiritual. No soy una niña, me formé e investigué lo suficiente como para saber lo que impulsa mi salud o lo que me enferma.
Yo entiendo que para evitar problemas de salud física necesito alimentarme correctamente y para eso tomo cartas en el asunto activamente y me instruyo, investigo, aprendo y si tengo que pagarme un curso, pues lo pago, sin chistar.
Yo entiendo que para mantener mi salud mental necesito conectar con mis seres queridos, abrazarlos, socializar, tener mis espacios y libertades.
Yo entiendo que necesito del aire libre, del sol, de los abrazos, de las reuniones, de las comidas en familia.
Entiendo que necesito respirar aire puro y fresco, llevarlo a mis pulmones, sentirlo en mi cara y en mi cuerpo.
Entiendo y siento que hoy la medicina como la conozco está quedando al margen porque me ven como partes fragmentadas en vez de verme como lo que SÉ que soy, UN TODO: un cuerpo físico, una mente, una psiquis, con mis emociones, mis planos mentales, mi espiritualidad, en un contexto, en una época, en determinada sociedad, con determinadas costumbres, con mi historia. Entiendo que HOY un medicamento, sea cual sea me termina enfermando peor de lo que estaba antes de consumirlo. Hoy un medicamento no resuelve mis malestares.
Entiendo que necesito del ejercicio físico, necesito meditar, necesito moverme con libertad sin que NADIE me cuestione, sea cual sea la disposición de “moda” No nos olvidemos de que no es la primera vez en la historia que los humanos aprovechamos cualquier oportunidad para segregar, para separar, para alimentar la brecha, para sentirnos unos superiores a los otros.
Y si todo esto viene por ese lado, pues no lo acepto, no lo tomo, no lo nombro, no lo traigo a mis conversaciones triviales, no le doy presencia, no le doy lugar. NO MÁS. Dos años fueron suficientes.
Te propongo que pienses en todo el tema de la pandemia como que si fuera un miedo o un temor a equis. Poné de ejemplo lo que quieras: miedo a las arañas, miedo a la oscuridad, miedo a la soledad… más lugar le otorgo, mas me invalida y aparta. Me toma, me consume hasta que me extingue.
Creo que es clave hoy más que nunca que busquemos información, que desarrollemos el sentido común, la intuición, el pensamiento crítico pero por sobre todo la COHERENCIA y el equilibrio. Lo que digo, lo que pienso, lo que siento y como actúo DEBEN estar alineados. Y esto nadie me lo provee, yo soy la arquitecta de mis formas. No puedo cargar a nadie con esa responsabilidad, a nadie.
Nos urge escuchar, entender la postura del otro y entender que nadie tiene que pensar igual que yo, que colonizar al otro con nuestras ideas es violento y abusivo. En este contexto y en cualquier otro y punto.
Si algo hoy tenemos que hacer como humanidad es RESPETAR, ACEPTAR, ENTENDER y dejar que cada uno haga lo que cree que es mejor para sí mismo.
Qué tal si cambiamos un poco el horizonte y miramos mas allá de lo que nos dicen, de lo que escuchamos…
No será que esto se trata de lo mismo de siempre?
Entretenernos, que nos pongamos los unos contra los otros para tapar cosas que son tan profundas y complejas que quizá nunca lleguemos a entender? Que exactamente asi es como “le servimos” a los poderosos, grandes potencias, empresas e instituciones? Así como estamos: en guerra con nosotros mismos, con nuestras familias, parejas y amigos? Odiándonos, repudiándonos cada día mas? Nunca el dicho “divide y reinarás” resonó tanto en mi ser como en estos tiempos.
Creo en la energía, en la resonancia, en la vibración, en que somos mucho más que un cuerpo. Creo en otra ciencia, en la física cuántica, en las neurociencias le doy lugar a los nuevos descubrimientos, me abro con amor y esperanza a ellos.
Hoy mi fe esta puesta en lo que se viene y si tengo fe en eso, quiere decir que CREO en eso y si creo en eso, entonces estoy CREANDO mi realidad. Hoy gracias a la epigénetica a las neurociencias y a muchas disciplinas sabemos mucho mas de nosotros que la mismísima medicina y ciencia dura que basa su conocimiento en conceptos que NO son erróneos, pero no están acabados y que para eso, se necesita ampliar la mirada y definitivamente no podremos ampliar la mirada si lo único que hacemos en pelear y sostener el conflicto entre nosotros.
Hoy sabemos que el ADN y el material genético con el que nacemos no es un condicionante. Hoy sabemos que nuestros pensamientos crean realidades y si yo creo una “realidad” en donde el miedo, el odio, el conflicto sean mis emociones de base, pues tendré que atenerme a las consecuencias. Simple.
Hoy también sabemos que nuestros pensamientos y nuestra percepción acerca del medio que nos rodea crean nuestra realidad y son tan poderosos que tienen la capacidad de enfermarnos o sanarnos. Yo elijo sanar, siempre.
Así que yo ELIJO. Y también dejo que vos ELIJAS. No sería coherente conmigo misma si eligiera el miedo como ambiente cotidiano para mis células. Tampoco el odio, la ira, la competencia, la frustración de querer colonizar al otro, la impotencia de ver como la humanidad se va al tacho… NO-MAS.
También hoy sabemos que para que algo nuevo nazca, algo viejo debe morir. Ahí radica la “magia” de la transformación. Ya es obvio para muchos que los modelos propuestos de poder, economía, política, educación no son sostenibles y se derrumban ante nuestros propios ojos. Para que eso se “muera” primero tienen que morir los viejos patrones de pensamiento. Para que todo eso caiga, necesitamos cambiar nuestros propios mapas mentales, el tuyo, el mío. Para que el cambio suceda debemos tomar partido cada uno desde su lugar y no esperar a que alguien genere lo que yo deseo materializar. Hay que mirarse con franqueza al espejo y preguntarse:Y yo que hago? Que puedo aportar? Que deseo para mí? Cuál es mi lugar en este mundo? Cuál es mi misión en este paso por la tierra? Como acciono? Como salgo del infantilismo de esperar que todo lo resuelva “Papá”? Papá gobierno, papá estado, papá médico, papá institución? Que es lo que necesito para salirme de ahí? Estoy dispuesto a pagar ese precio? O el modelo propuesto es cómodo para mí?
Si estos dos años no fueron un llamado a la reflexión, pues entonces que necesitamos?
No te pido que entiendas, no te pido que compartas. Te pido que por favor, respetes.
Gracias
Samy Otero – 19/1/2022